…constituida la Constitución ¡Perdón, la Corporación»

Por la puerta de atrás

Por la puerta de atrás salieron la mayoría de los concejales e invitados al Pleno donde se ha elegido al nuevo alcalde de Córdoba. Delante estaban los indignaos con barras de pan. Poco, pues, parecen haber aprendido los representantes políticos de los del 15 M. No han dado la cara y han aprovechado una puerta trasera para evitar el paseillo, los gritos y los cánticos de los concentrados en la calle Capitulares. De nuevo el divorcio de los de arriba con los de abajo, como rezaba una pancarta juvenil. Los de abajo preguntan si sus voces se habían oído en el Salón de Plenos. No, arriba no se escuchó la voz de la calle. Blindados en sus discursos, los nuevos concejales recibieron su medalla, el alcalde su bastón, con Sandokán al fondo, y se dijeron discursos ajenos, casi todos, a los problemas e inquietudes de los de abajo.

Nieto recibe el bastón de alcalde de manos de B.Jurado. Por detrás, Sandokán.
foto: a.almansa

Los tres grupos políticos, digamos normales, defendieron sus propuestas de futuro al igual que lo han hecho durante la pasada campaña y no hubo, amén del 2016, el Palacio del Sur y el turismo cultural, nada nuevo ni ilusionante en sus proclamas. La política fue la gran ausente en los textos, salvo algunas alusiones de IU al PP, sobre las privatizaciones y recortes que vienen. Ausentes también estuvieron Herminio Trigo, Rosa Aguilar y Andrés Ocaña. Entiendo el muermazo del último, pero ¿por qué Trigo y Aguilar no comparecieron, como si lo hicieron el resto de los alcaldes democráticos y el último predemocrático? Ambos ahora están en el Psoe, es verdad. La Ministra 3M andaba en Bilbao con los joyeros cordobeses, como si quisiera sumar también otra M de ministra de Industria. Inconcebible. Supongo que así se ha evitado salir también por la puerta trasera de la Casa Consistorial.

Arriba, digo, la vergüenza ajena de ver a un empresario imputado en un delito de corrupción urbanística presidiendo la constitución de la nueva Corporación. Se le veía feliz y radiante en la mesa presidencial, sin saber eso sí, si debiera permanecer sentado o de pie mientras los ediles recibían sus medallas de concejales. El peso de la ceremonia lo llevó la jovencita Beatriz Jurado, a la sazón también responsable nacional de las Nuevas Generaciones del PP. Sólo al final cuando Sandokán hubo de pronunciar cuatro palabras, ocurrió lo inevitable: “Queda constituida la constitución”, rectificando acto seguido para dirigirse al respetable diciendo: “perdonar, perdonar, la nueva Corporación”. Como ese chascarrillo que cuenta como el de malasia confundió en un mitin asesores con ascensores municipales…

Al final, pese a que algunos medios lo han evitado, el nuevo alcalde de Córdoba recibió el bastón de mando de las manos de la concejala más joven, pero con Sandokán como telón de fondo. Fue el malayo el que más flashes recibió de la sesión. Nos perdimos, sin embargo, la perla de escucharle hablar al público, ya que fue su segundo el que leyó el discurso de este partido neofascista que relega la política y resume su ideario en la empresa como motor social.

Nieto, comenzó su discurso, como si estuviera recogiendo un Goya, evocando el día de su boda, a su mujer, sus hijos y sus suegros, para a renglón seguido retroceder hasta la fundación de la Corduva romana y pronunciar varios latinajos que fueron del gusto de D. Demetrio Obispo de Córdoba, que apareció en el salón capitular como si se hubiera escapado de un cuadro de Rivera, con los ropajes y hechuras de un fantasma medieval. Nunca antes, había visto un obispo en el Califato, aunque un colega asegura que Asenjo anduvo en la investidura de Rosa Aguilar, algo que no es de extrañar, ya que como he reseñado, nunca fue Califa y si Reina, como le dijo D. Juan Carlos en alguna ocasión. Anguita, una bancada más allá que el prelado, tomó asiento junto a los otros alcaldes y se precipitó a la calle nada más proclamado Nieto alcalde.

Los cuatro de IU, apenas podían esbozar una tímida sonrisa, por detrás de Sandokán, cuya blanca melena han de ver necesariamente cada vez que acudan a una sesión. En esa pose, los cuatro, no saldrán de la pesadilla en la que viven tras el 22 M, interrogándose una y otra vez cómo fue posible perder Córdoba y dejarla en manos de los Cristianos, que con el Obispo al frente y Sandokán convertido en el Cid Campeador, han ganado una segunda Reconquista, eliminando la Mezquita por fin, para santificarla en Catedral. Una soledad la de IU que helaba el corazón de los pocos comunistas y ex comunistas que acudieron a la cosa.

En el Psoe, sin embargo, su portavoz, Juan Pablo Durán se veía contento como si la pérdida de la Diputación y de unos miles de votos en Córdoba no fuera con él, y citó a Pablo Iglesias para subrayar su vocación izquierdista al final de su pregón, que abrió con unas palabras del último alcalde republicano cordobés, del que evitó decir, eso, que fue republicano y que fue asesinado/fusilado por los sublevados el ocho de agosto de 1936 junto con otros concejales cordobeses. Una cita, como se observa, desprovista del hierro que 75 años después aún desata refrescar la memoria histórica ante un auditorio que, rociado de gomina y trajes de bodorrio, hizo algún reproche al discurso del socialista que, como digo, no quiso molestar con recuerdos desagradable.

El de IU, Francisco Tejada cerró un discurso frío y de líneas suaves dirigidas a la derecha, con más de lo mismo, realizando un güiño a los de abajo, citando a Galeano: “el mundo se divide ahora entre los indignos y los indignados”, que gritaban no hay pan para tanto chorizo, sin que sus voces, como te cuento, traspasaran los muros capitulares y se hicieran presentes en una sala cargada de solemnidad pero sin conexión con la calle, autista a los nuevos tiempos en los que los vecinos reclaman a sus gobernantes un giro en el timón, otra ciudad, de la que nadie habló, otros paisajes, otro modelo económico, otro diseño más social, más humano más justo. Ninguno de los presentes habló de la Justicia, de la Solidaridad, de la Fraternidad, nadie condenó el lucro, ni el privilegio, ni la ostentación. Muchos parados, pero ninguna esperanza, ninguno habló de la desesperación de los pobres, del hacinamiento, de la falta de viviendas. Alguna alusión a los explotados, a los miserables, que Nieto escondió en la estadística de un informe.

La izquierda ausente que dice estar con los de abajo y no llevaron arriba ni una sola de las miles de palabras que han salido de tantas horas de asambleas y debates. Y cómo iban a hacerlo si nunca estuvieron.

Fuente: AlbertoAlmansa / BLOG

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