C/ Loja

Dos años fuera de casa

Los vecinos del bloque 36 de la calle Loja fueron desalojados de sus pisos en el 2007 por riesgo de derrumbe El lunes empezarán las obras para combatir la humedad del suelo.

Todavía recuerda el fatídico día. A mediodía del 13 de marzo del 2007, María Dolores Castro estaba preparando la comida en su piso del bloque número 36 de la calle Loja cuando una patrulla de la Policía Local le dijo que las ocho familias que residían en el edificio tenían que abandonarlo por peligro de derrumbe. «Fue un caos», recuerda la que entonces era presidenta de la comunidad, «me pilló sola y nos dijeron que no podíamos dormir allí, que podía pasar algo». Tras momentos de confusión, las familias afectadas fueron alojadas en un hotel y, más tarde, en pisos de Vimcorsa. Seis de ellas permanecen en viviendas de la empresa y dos reciben ayudas al alquiler mientras esperan que las administraciones les devuelvan su hogar.

Desde entonces, poco ha cambiado la situación del bloque, que sigue sin arreglar. Es más, el paso del tiempo ha hecho mella en el mismo. «Ahora lo ves y dices qué pena», señala Dolores Castro, que ha sido una de las damnificadas por el vandalismo. Y es que en el bloque han entrado varias veces a robar, llevándose muebles, electrodomésticos, ventanas, aparatos de aire, termos, grifos e, incluso, tuberías. «Allí ya no queda nada», señala otra vecina, Eva Prieto, que asegura que «hay gente viviendo». Eva relata, incluso, que esos okupas hicieron agujeros para pasar de un piso a otro.

Ahora las obras están más cerca que nunca. La empresa municipal de Viviendas, Vimcorsa, tiene previsto comenzar el lunes a solucionar los cambios de humedad de la calle, que será el primer paso antes del arreglo del bloque. La intervención se sufragará con los fondos anticrisis y se iniciará por la esquina que afecta al bloque 36 para emprender su rehabilitación cuanto antes. La reforma del inmueble será costeada por la Junta (75%), Huertos Familiares y Vimcorsa (25%).

«Tengo muchas ganas de ir a mi casa», señala Eva Prieto, que ve más cerca las obras, aunque aún tiene cierto recelo después de producirse tantos retrasos hasta que se ha hallado la solución más idónea para el inmueble. Lo mismo le ocurre a Jessica Jiménez, que apenas pudo disfrutar de su piso recién reformado, en el que llevaba solo seis meses viviendo, y que no le ve fin a esta historia. «Dijeron que iban a empezar el 1 de marzo y tampoco pudo ser». Ahora su esperanza es que el lunes sea el principio del fin de tan larga espera.

Fuente: Diario Córdoba

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